El resultado del reciente caso judicial de Ripple en California ha dejado a la industria de la criptomoneda con preguntas sin respuesta sobre el estatus de XRP como valor. La Jueza Phyllis Hamilton del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California desestimó la mayoría de la demanda colectiva contra Ripple. Sin embargo, permitió que un reclamo de ley estatal progresara, relacionado con una parte mínima que implicaba declaraciones engañosas por parte del CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, sobre la venta de XRP.
Las opiniones divergentes sobre la naturaleza regulatoria de XRP resaltan un evidente desacuerdo dentro del sistema judicial. A diferencia de la Jueza Analisa Torres de Nueva York, quien previamente indicó que XRP no calificaba generalmente como un valor, los comentarios de la Jueza Hamilton sugieren que XRP podría ser potencialmente clasificado como tal. Su postura vuelve a poner en primer plano un argumento crucial: si XRP y activos digitales similares deberían o no estar sujetos a un escrutinio regulatorio estricto, a menudo asociado con los valores.
Lo que significa el fallo para Ripple y la industria de la criptomoneda en general es incierto. Aunque el impacto financiero de la demanda actual es mínimo, con posibles daños por un mero $174, las implicaciones generales de los comentarios de Hamilton podrían desencadenar complicaciones legales futuras. A pesar de la victoria, Ripple permanece en un estado de ambigüedad con respecto a la caracterización legal de XRP.
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