Históricamente, junio no ha sido el ‘mes del florecimiento’ para los inversores de Bitcoin, con un patrón de pérdidas que se repite a medida que el mes llega a su fin. Esta tendencia duradera se ha observado a lo largo de más de una década. En marcado contraste, julio a menudo trae consigo un cambio de marea, presentando a los inversores que prefieren posiciones largas retornos positivos.
El análisis del rendimiento mensual de Bitcoin según las estadísticas de CoinGlass revela que junio, junto con agosto y septiembre, es una excepción a la trayectoria generalmente alcista de la criptomoneda, reflejando una historia de pérdidas mínimas.
A medida que avanza el año actual, el historial de junio parece consistente con una caída del 5% observada dentro del mes, manteniéndose en línea con el promedio del 0.19% y una disminución mediana del 0.5% desde 2013.
A pesar de que los seis primeros meses del año fluctúan entre ganancias y pérdidas, el optimismo para julio sigue siendo alto. Desde 2013, el séptimo mes ha tenido una impresionante proporción de victorias, con la cúspide de su rendimiento en julio de 2020 durante el inicio de un ciclo alcista, culminando en un asombroso aumento del 24%.
Las expectativas para julio son altas, con predicciones que sugieren un salto de aproximadamente del 10% al 25% en el valor de Bitcoin. Algunos expertos en criptomonedas incluso están imaginando un notable salto hacia un hito de $100,000, respaldado por un posible quiebre de resistencia que potencialmente impulsaría los valores entre $72,000 y $83,000.
Actualmente, el valor de negociación de Bitcoin ronda los $64,260, con la moneda digital acumulando una ganancia impresionante del 52.25% desde el comienzo del año. Si esta trayectoria se mantiene, julio podría ver el valor de Bitcoin ascender a $70,000, coqueteando con proyecciones de hasta $80,000 para fin de mes.
Dada la volatilidad inherente de las criptomonedas, es crucial que los inversores se comprometan con estrategias informadas mientras navegan por el cambiante panorama de activos digitales, teniendo en cuenta que el rendimiento pasado no es un indicador definitivo para resultados futuros.