El Tribunal Supremo ha tomado decisiones influyentes que afectan a múltiples agencias reguladoras esta semana, señalando un cambio hacia la limitación del alcance de las capacidades de estas agencias para hacer cumplir regulaciones e interpretar leyes dentro de sus áreas de especialización.
En un fallo notable, el Tribunal Supremo abordó la metodología de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, por sus siglas en inglés) para sancionar prácticas fraudulentas. Abstrayéndose de los procedimientos técnicos de SEC v. Jarkesy, el veredicto evita que la SEC utilice audiencias administrativas como plataforma para imponer penalizaciones. Este método fue originalmente establecido por la Ley Dodd-Frank de 2010, tras la crisis financiera. Los jueces conservadores determinaron que esta vía de aplicación está en conflicto con las protecciones constitucionales que garantizan un juicio por jurado.
De manera similar, las decisiones impactan a diversas agencias más allá de la SEC. La jueza Sonia Sotomayor expresó en su disidencia que las repercusiones de esta decisión se sentirán en una variedad de más de veinte agencias federales encargadas de regulación y aplicación, como la Oficina de Protección Financiera del Consumidor y la Agencia de Protección Ambiental.
Al día siguiente, una disputa relacionada con regulaciones pesqueras, Loper Bright Enterprises v. Raimondo, se convirtió en el centro de atención para desmantelar una herramienta crítica utilizada por las agencias de supervisión. Al negar la doctrina Chevron, un precedente que obligaba a la deferencia judicial hacia las interpretaciones de las agencias sobre leyes ambiguas, la mayoría conservadora del Tribunal ha añadido una capa de incertidumbre a la gobernanza regulatoria. La disidencia de la jueza Elena Kagan enfatizó la importancia de la doctrina Chevron, que ha servido durante mucho tiempo como base para una aplicación regulatoria consistente.
Aunque no declaró directamente inconstitucional ninguna agencia, estas decisiones sucesivas del Tribunal Supremo efectivamente han restringido su alcance regulatorio, como resumió el profesor de derecho de la Universidad Estatal de Georgia, Eric Segall, señalando una tendencia donde el poder judicial está creciendo a expensas de los reguladores conectados con el poder legislativo. Esta serie de fallos podría abrir el camino para futuros desafíos legales a los marcos regulatorios en todo el gobierno federal.