A medida que el segundo trimestre llega a su fin, los observadores financieros señalan las fortunas contrastantes de Bitcoin y el oro, con el primero experimentando una notable disminución en valor, mientras que el segundo disfruta de una apreciación moderada. Mientras que el precio de Bitcoin cayó más de un 15%, el brillo del oro persistió con un aumento del 4% durante el mismo período.
El destacado economista Peter Schiff ha expresado recientemente sus preocupaciones por aquellos que transfirieron sus inversiones de fondos cotizados (ETFs) respaldados por oro a aquellos centrados en Bitcoin. Sus observaciones indican que dichos inversores han experimentado una disminución del 20% en el valor de sus carteras. Schiff anticipa que la tendencia a la baja para estos inversores podría persistir o incluso intensificarse.
La trayectoria de precios de Bitcoin ha sido nada menos que dramática. Después de descender desde su pico cercano a los $71,000, actualmente ronda los $60,800, un descenso pronunciado que supera el 14%. Esta caída viene después de una notable racha alcista: el valor de Bitcoin se había quintuplicado desde su punto más bajo en enero, alcanzando una impresionante cifra de más de $73,500 a mediados de marzo. A pesar de la reciente depreciación, algunos analistas del mercado perciben esto como un leve contratiempo dentro de un continuum alcista general para las criptomonedas.
Julio Moreno, especialista de CryptoQuant, ha detectado una disminución significativa en la demanda de Bitcoin, evidenciada por una reducción de 23,000 Bitcoins en el último mes. Moreno atribuye la demanda reducida como una razón convincente para la actual retracción de precios, potencialmente informando a los inversores sobre la naturaleza de esta volatilidad en el mercado de criptomonedas.